* Promedio anual de egresados basado en los últimos 5 años
🛠️ Área de Formación | Egresados | Demanda | Déficit |
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🖥️ Tecnologías de la Información | 1,200 | 5,000 | +3,800 |
🔧 Ingenierías (excepto sistemas) | 2,500 | 4,200 | +1,700 |
🏥 Salud (enfermería, técnicos) | 1,800 | 3,500 | +1,700 |
🏫 Educación Técnica Profesional | 1,500 | 3,200 | +1,700 |
🔬 STEM (ciencia, matemáticas) | 900 | 2,500 | +1,600 |
La metodología se basa en Lo Bello, Sánchez-Puerta y Winkler (2019), quienes analizaron las tareas específicas que realizan los trabajadores y las agruparon en cinco grandes categorías. Esta clasificación permite evaluar el grado de sofisticación o rutina en los empleos actuales:
- 🔬 No rutinarias analíticas: Lectura de documentos largos, uso de matemáticas, pensamiento prolongado.
- 🧑💼 No rutinarias interpersonales: Supervisión de compañeros, trato con clientes.
- 📋 Cognitivas rutinarias: Tareas repetitivas, baja autonomía, escaso aprendizaje.
- ⚙️ Manuales rutinarias: Operación de maquinaria, esfuerzo físico constante.
- 🔧 Manuales no rutinarias: Conducción y reparación de equipos.
Cada índice fue estandarizado (media cero, desviación estándar uno) y aplicado a la ENFT (2000–2016) usando códigos ocupacionales ISCO-88. Los datos de 2017–2018 se excluyeron por cambio metodológico. El resultado es un perfil estadístico del contenido de tareas en los trabajos del país, comparado con otras economías de la región.
En la República Dominicana vivimos un momento clave. Mientras el mundo avanza hacia la tecnología, la innovación y la economía digital, nuestro país sigue formando jóvenes en áreas que ya no responden a la nueva demanda productiva.
Esta desconexión no es menor: estamos graduando profesionales que no encuentran oportunidades, mientras las industrias emergentes —tecnológicas, científicas, creativas— no logran cubrir sus vacantes. Cada país atraviesa curvas de desarrollo. En un momento, es vital fortalecer el campo, formar agrimensores, ingenieros hidráulicos o técnicos agrícolas. Pero hoy el mundo gira alrededor del conocimiento y los servicios basados en datos.
Sin embargo, la República Dominicana se ha quedado estancada en esta transición. Y el precio que pagamos es alto: talento subutilizado, desempleo juvenil, y un rezago competitivo que afecta nuestro futuro económico.
📉 Empresas con dificultad para encontrar candidatos
🎓 Aspiración vs. Realidad: una decisión de país
Como bien señala Rafael Santos Badía, director del INFOTEP, muchos jóvenes dominicanos inician una licenciatura con entusiasmo, alentados por sus familias. Sin embargo, al cabo de dos años, cuando los recursos familiares se agotan, interrumpen sus estudios y se enfrentan al mercado laboral con una frase que lo dice todo: "yo sé hacer cualquier cosa". Pero "cualquier cosa" es, en realidad, no saber hacer nada específico.
El modelo del INFOTEP propone otra ruta: ofrecer formación concreta, vinculada a necesidades reales. Allí, cada carrera se abre por requerimiento directo del sector productivo. En solo seis meses o un año, un joven puede salir preparado como panadero, electricista, masajista, técnico hotelero o mecánico, con altas probabilidades de empleo inmediato.
Los padres dominicanos son nuestros principales aliados. No se trata de cortar sueños, sino de reconocer que la balanza se ha inclinado demasiado hacia la aspiración individual, y el resultado es un conglomerado social que sufre. Hoy, estamos graduando más abogados que los que el país puede absorber, mientras escasean técnicos en logística, salud, manufactura o mantenimiento.
Debemos tener el valor de preguntarnos: ¿qué carreras necesitamos como país? ¿Cómo pueden los padres guiar a sus hijos en conversaciones constructivas que combinen pasión y posibilidad?
No podemos seguir enfrentando esta contradicción como una fuerza imparable que choca con un objeto inmóvil. Necesitamos una conciencia social, una economía de mercado con responsabilidad comunitaria, donde el gobierno oriente con claridad cuáles son las carreras prioritarias, y las universidades y centros técnicos respondan con ofertas académicas alineadas.
Cada año deberíamos publicar un listado accesible y transparente de las profesiones más necesarias en el país, junto a incentivos y becas para estudiar en esas áreas. Si la mayoría de nuestros jóvenes necesita simplemente una fuente de ingreso digna, ¿por qué no facilitar y orientar ese caudal hacia el cauce correcto?
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📊
2018 – World Bank: Dominican Republic Jobs Diagnostic
Análisis profundo del mercado laboral dominicano, brechas y oportunidades de empleo. -
🎓
2018 – EPDC NEP: Informe de Progreso Educativo
Estadísticas clave sobre acceso, permanencia y calidad educativa en RD. -
🛠️
2020 – USAID: Labor Market Assessment
Evaluación del mercado laboral post-2019, con enfoque técnico y vocacional.
📕 Análisis Histórico por Categoría de Tarea
🔧 Manuales Rutinarias
Desde el inicio de la era moderna, especialmente entre 1920 y finales de los años 80, las economías como la dominicana estuvieron sostenidas por tareas manuales rutinarias: operarios, trabajadores agrícolas y obreros en líneas de ensamblaje. Este tipo de empleo fue clave para el desarrollo de infraestructura nacional como presas, canales, carreteras y viviendas. El país requería fuerza de trabajo directa, capaz de ejecutar con precisión, aunque sin necesidad de aprendizaje continuo.
🛠️ Manuales No Rutinarias
Durante el mismo periodo, también crecieron los empleos técnicos como electricistas, mecánicos o trabajadores de mantenimiento. Aunque seguían siendo manuales, requerían adaptabilidad y resolución de problemas: tareas no rutinarias. Eran esenciales para mantener y expandir los sistemas creados en la fase de infraestructura. Pero con el cambio del modelo económico, muchos de estos empleos comenzaron a ser relegados a mano de obra migrante o subcontratada.
📋 Cognitivas Rutinarias
Con el auge de los servicios financieros y telecomunicaciones tras la crisis de los 80s, surgió una alta demanda de tareas repetitivas pero cognitivas, como cajeros, digitadores y operadores de call center. Este sector creció especialmente entre 1990 y 2020. Sin embargo, la automatización y la inteligencia artificial ya están comenzando a reemplazar muchas de estas funciones, con un declive proyectado en las próximas dos décadas.
🤝 No Rutinarias Interpersonales
El crecimiento de industrias orientadas al cliente y a la coordinación humana ha impulsado la demanda por gerentes, líderes de equipo, vendedores complejos y personal en funciones de alto contacto interpersonal. Estas tareas no pueden ser automatizadas fácilmente y requieren habilidades blandas como comunicación, empatía y liderazgo. En la República Dominicana estas son, irónicamente, las habilidades más débiles según los informes.
🧠 No Rutinarias Analíticas
Con el avance del conocimiento y la digitalización, los empleos más valorados actualmente —y los de mayor proyección— son aquellos basados en la lógica, el análisis de datos, la programación, y la toma de decisiones complejas. Estos roles requieren educación técnica, pensamiento crítico y autonomía. A pesar de su crecimiento global, la preparación local sigue rezagada.
🌍 La República Dominicana como Hub Regional
Hoy, República Dominicana tiene una oportunidad histórica: convertirse en el hub logístico del Caribe y Latinoamérica para países en vías de desarrollo. Mientras Panamá puede enfocarse en servir a potencias globales, RD puede facilitar el comercio, distribución y producción intermedia de países como Haití, Honduras, Nicaragua, Surinam y otros. Pero esto solo será posible si compartimos nuestras políticas exitosas, estandarizamos procesos y apostamos por una economía basada en la gestión, coordinación y logística.
El desafío: las competencias necesarias para liderar este modelo —interpersonales y analíticas no rutinarias— son justamente las menos desarrolladas a nivel nacional. Necesitamos una estrategia educativa y cultural que las fortalezca si queremos asumir un rol protagónico en la región.
📉 Causas de la Brecha de Competencias
1. 📚 Desalineación del sistema educativo
Aunque un alto porcentaje de jóvenes termina la secundaria (60%), muchos no completan sus estudios universitarios ni adquieren habilidades aplicables al mercado laboral actual.
El sistema educativo no desarrolla competencias no rutinarias analíticas ni interpersonales, las más valoradas en industrias modernas y tecnológicas.
2. 🏛️ Debilidad institucional y falta de espacios de liderazgo
El país proviene de un modelo autocrático, donde las decisiones se concentran en familias empresariales o jerarquías rígidas.
La falta de apoyo a instituciones formativas como scouts, cooperativas, sindicatos, clubes juveniles y comunidades religiosas ha limitado el surgimiento de líderes desde la base.
Los sindicatos que antes ofrecían formación dual y liderazgo laboral han sido desmantelados, sin que haya surgido una estructura de reemplazo institucional en las empresas.
3. 👨👩👧👦 Cultura paternalista en la empresa
La cultura empresarial sigue dominada por estructuras familiares. No se promueven procesos meritocráticos ni de formación interna para nuevos líderes.
Hay una clara desconexión entre las necesidades del mercado y las trayectorias educativas. Por ejemplo, se gradúan más publicistas que técnicos en logística o salud, pese a que estos últimos son más demandados.
4. 💼 Débil desarrollo del modelo de formación técnica dual
Aunque existen programas técnicos terciarios, faltan carreras en áreas críticas como logística portuaria, ciencia de datos, análisis de calidad, producción agroindustrial, o salud comunitaria.
Las empresas no están integradas con el sistema educativo como parte de un ecosistema formativo real, al estilo del modelo dual de Alemania o Suiza.
🌎 Oportunidad estratégica regional
La República Dominicana tiene el potencial de convertirse en el hub logístico del Caribe y América Latina para países en vías de desarrollo. Mientras Panamá puede enfocarse en servir a economías grandes, RD puede estandarizar y compartir sus políticas con países como Haití, Honduras o Nicaragua.
Pero esto solo será posible si fortalecemos nuestras competencias no rutinarias analíticas e interpersonales, esenciales para liderar cadenas logísticas, proyectos regionales y estructuras modernas de servicios. El futuro depende de una inversión seria en institucionalidad, liderazgo comunitario y formación profesional dentro de las empresas.